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PSOAS, EL AMIGO.. O ENEMIGO DE CORREDORES


​​​​El Psoas Ilíaco. Ya sólo el nombre impone... Normalmente se tiende a pensar que el músculo Psoas, ocupa un espacio pequeñito y escondido en la zona de la ingle, algo minúsculo sin importancia que cuando está en disfunción vuelve loco a todo nuestro cuerpo, y nada más lejos de la realidad. El Psoas es un músculo profundo que se origina en las vertebras de T12 a L5 (es decir, todas nuestras vértebras lumbares..) y en su trayecto hacia el Trocánter Menor del fémur donde se inserta, se une a su rama Ilíaca (en la cara interna de la fosa iliaca) lo que le convierte en un potente músculo asociado al control, estabilización y movimiento del tronco y la cadera.

Ya os podéis imaginar, que siendo un músculo tan importante que participa en tantos movimientos tanto del tronco como de la cadera y miembro inferior.... está también sometido a cargas constantes.

Como de él podría hablar laaaaaargo y tendido, hoy voy a centrarme en los aspectos básicos que hay que saber de cara a la práctica deportiva.

Cuando el Psoas se inflama o se acorta, altera la posición de la curva lumbar, lo que hará que otros músculos como los abdominales y glúteos empiecen a estar más débiles y no hagan su función correctamente. El resultado de todo esto, puede llevarnos a tener un tronco menos estable y una movilidad de la cadera menos eficiente que repercutirán en nuestra biomecánica en carrera.

¿Por qué se puede inflamar el Psoas?

- Mala técnica de carrera.

- Sobrecarga en los entrenamientos y Falta de Periodos de descanso.

- Lesiones podales que modifiquen la posición de las caderas y articulaciones sacroiliacas.

- Sedentarismo y trabajos que impliquen demasiado tiempo sentados.

- Descompensaciones musculares (Abdominales, Glúteos, Adductores, Espinales)

- Alteraciones posturales (hiperlordosis, escoliosis..)

- Alteraciones viscerales

¿Cómo podemos detectar una alteración en el Psoas?

- Dolor, que puede ser localizado en la zona del músculo, o bien expandirse hacia otras zonas (dolor referido), por ejemplo a la hora de caminar o correr, o incluso al estar sentado.

- Cambios en la técnica de carrera (dificultad para lanzar la pierna o en el momento de impacto en el suelo)

- Dificultad al levantarse de la silla (Al estar acortado o irritado, el estiramiento del músculo puede ser más lento o doloroso)

- Acortamiento del miembro inferior

- Molestias o dificultad en algunos estiramientos

¿Qué hago si tengo una lesión del Psoas?

Lo primero, como siempre, valorarlo con un especialista. En caso de deportistas (corredores, ciclistas, etc) mi consejo es consultar con los profesionales que guían nuestro entrenamiento.

La comunicación entre entrenador y fisioterapeuta es básica para detectar cuál está siendo el problema principal en nuestra lesión y revisar especialmente la técnica y por qué se están produciendo las alteraciones.

Además, trabajar la flexibilidad de la cadera es esencial no solo para la prevención de lesiones, sino también para mejorar la biomecánica en nuestra técnica de carrera.

Antes de dejaros los ejercicios que suelo recomendar a mis pacientes.... os contaré una anécdota de esas místicas que tanto me gustan :) En algunas filosofías orientales, el Psoas se considera "El Músculo del Alma", un centro o núcleo de energía principal de nuestro cuerpo que cuando lo trabajamos nos llena de vitalidad (Ahí es nada!)

Sin más, os dejo con mi secuencia favorita para trabajar la flexibilidad de pelvis y cadera:

Un saludo! Y espero que la pongáis en práctica :)

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